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Crónica

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Cuando dos “grandes” de la restauración de Las Palmas, John Vriethoff y Rafa Bueno, deciden subirse en hombros de otro “grande”, Matteo Pierazzoli (ex jefe de cocina de Nacho Manzano), el estallido es opción única. Y, en efecto, el restaurante Embarcadero, bellamente mesmerizado de mar, explota ahora también en una gastronomía de alcance absolutamente internacional. Imagínatelo, además, armonizado por el sumiller de Casa Marcial, Juan Luis “Murcia” García. ¡Qué menú el de aquel menú! 

Música recomendada:

Matteo sintió hace unos dos años, como tantos otros, la llamada del amor canario. Con un carrerón que lo llevó, desde Italia, por el Vía Vélez (Madrid), Atrio (Cáceres) y, por fin, a una espectacular etapa codo con codo con Nacho Manzano (en Casa Marcial y en el resto de restaurantes del genio asturiano), su cuerpo pedía Gran Canaria a gritos. Ni lo dudó… Embarcado, ya en la isla, en un nuevo proyecto con Rafa y John de Embarcadero, un hotel boutique en el Sur, la maldita pandemia congeló las ansias y, visto el plan, los dos socios de Las Palmas le propusieron, a modo de ínterin, “ponerse” de Canarias en el restaurante de la capital. No han pasado ni seis meses desde la oferta y el talento de Matteo se ha adaptado asombrosamente tanto al producto insular como a sus diferentes expresiones. La unión virtuosa de la inteligencia culinaria, la mirada abierta y la rica despensa (e idiosincrasia) canaria ha desembocado, pues, en un corpus gastronómico que se sale del mapa.

Colocados en este excitante escenario, sólo hizo falta una llamada de Matteo a su antigua casa (Marcial) para tentar a Juan Luis García, el sumiller, con un viaje de una semana (vuelo directo con Binter) a Embarcadero para jugar un menú especial y un maridaje de lustre. Y fue así que coincidió felizmente mi viaje a Gran Canaria…

Embarcadero. Las <Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Embarcadero. Las

Un viaje que irá más allá de Embarcadero (próximamente en esta sala) en una exploración por lo último de Las Palmas, pero que comenzó en el aeropuerto, donde esperaba el amigo y chef Davidoff Lugo (Gabinete Literario en la ciudad, Maroa y Khun en el Sur) para acercarnos a Embarcadero, ubicado en el mismo puerto deportivo (en el club náutico). El relevo de risas fue tomado entonces por Juan Luis, dos años sin verlo, ya sabes… Las cervezas primerizas a restaurante cerrado nos llevaron a conversaciones interesantes, como la de los nuevos planes de Jonathan García (el talentoso bodeguero tinerfeño -e internacional- de Suertes del Marqués), que acaba de abrir una importadora de vinos en Canarias y que está a punto de inaugurar su nueva bodega en Gran Canaria, asociado con el ex futbolista David Silva. Multiplicamos el jolgorio con la llegada del Quillo de Cádiz, que, junto a su mujer, Lucrecia, no se va a perder la celebración. El Quillo (Antonio Colsa) es otro hechizado por las islas, adonde se ha trasladado hará unos meses desde su Cádiz. Con él, esta barra inicial de hoy se torna manzanilla, claro…

Embarcadero. Las Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Embarcadero. Las Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Nos sentamos. El mar, casi tocándonos los pies. Los yates, mudos testigos de lo que vamos a gozar. Como apuntaba antes, el menú será la manifestación de los paisajes grancanarios y su inspirada hermenéutica, a cargo de Matteo y Rafa. Y luego Juan Luis… Nos situamos, siempre el mar, con el pan de masa madre maison, el aceite de Agüimes y la sal de Bocacangrejo. Los snacks: pura cartografía canaria: lapas con espuma de agua de mar y un refinadísimo mojo verde, preclaro buñuelo de almogrote y espuma de tuno indio. Todo se relaciona cuando García propone la premiada sidra natural Chacerquén, elaborada con reineta en El sauzal (Tenerife). Sí… La traslación del chigre asturiano a Las Palmas. Allí la sidra se toma con “quesu” y llámpares (lapas)… Toma.

Embarcadero. Las Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Embarcadero. Las Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Con el primer plato se presenta La Escribana 2019 de Cádiz. Estamos ahora en Mogán, en el Sur: camarón soldado (crudo y tibio), las cabezas fritas, aguacate y sopita de millo (maíz), una tertulia de grasas, texturas y sensaciones enloquecedora. Y la hierba del rocío de Salinetas (ficoide glacial) sensualizando las estrictas navajas, matices josper.

Toro de atún rojo curado en sal y crema de berros en fino mar y montaña. Luz, clorofila… Caballa de textura taumatúrgica con tomate, alcaparras, papada y el caldito del pescado. Champagne, Juan Luis: Laherte Frères Blanc de Blancs. Monumental el plato de callos de bacalao con erizos de mar (yo apostaría por poner más), con esa cosa pornográfica… Y boca negra (gallineta) en salsa de cangrejo (la madre de todas las salsas de cangrejo), aunque el plan inicial era poner vieja, algo que el temporal atlántico impidió. Domaine Guiberteau Blanc 2018 de Saumur.

Y faltan los dos dulces... Embarcadero. Las Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Y faltan los dos dulces… Embarcadero. Las Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Tiempo de carnes. Desde la tradición grancanaria del “asadero” (picnic-barbacoa en el campo). La mesa se cubre de un mantel de cuadros… Mareante focaccia (normal y de tomate), mantequilla de mojo, batata a la brasa, cebolla en texturas, pimientos verdes… Y esas costillitas a la brasa de imposible fundencia. Dolcetto Mascarello Giuseppe e Figlio Santo Stefano di Perno 2018.

Piña, café, coco y leche asada en excursión grancanaria de controlados dulces. Y luego, un juego visual de perfecta y precisa hechura: un mapa de la isla en el que cada cucharada, siguiendo la geografía, lleva, entre chocolates, a los plátanos, las algas, los cítricos, los lácteos, el gofio, el mango, el aguacate, el tomate, el café y, en el centro, a las almendras.
¡Madre del amor hermoso!

Embarcadero
Muelle Deportivo, Calle Joaquín Blanco Torrent, s/n
Tel. 928 23 30 67
Las Palmas de Gran Canaria. Gran Canaria. Islas Canarias
Cierra domingo noche
Precio medio: 50 €

En la belleza slow de La Orotava, oculto entre las empinadas callejas, se encuentra el Dabeke, un restaurante que, sin aportar nada nuevo al panorama, con algún brillo y algunas sombras en las ejecuciones, ofrece no obstante una cocina comercial con buen producto, suculencias y raciones opulentas en un ambiente recoleto y calmo. Y bueno…

Música recomendada: Sweet Jane (Cowboy junkies)

¿Dabeke? El acrónimo de los tres miembros de la familia propietaria, OK, pero muy poco comercial y difícil de recordar. Extravagantes inspiraciones a veces las de los cocineros con los nombres de sus restaurantes…
Bueno… Como decía, el establecimiento se emplaza en el casco antiguo de La Orotava, esa sugestiva geografía urbana que nos lleva al XVII… Tres plantas, con la cocina en la entrada, conforman la arquitectura del restaurante, de aire rústico pero cuidado y discreto. En la cocina mandan el kamado y el chef, Enrique Luis.

Restaurante Dabeke. La Orotava. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Restaurante Dabeke. La Orotava. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

La cena. Mal día hoy para dejar de esnifar pegamento, porque, nos anuncia el jefe de sala, no hay ni croquetas de queso ni codillo, al parecer, los dos grandes hits de la casa: “lo hemos acabado al mediodía”. Pues nada… Nos ponemos en manos del cocinero y le pedimos que nos explique su historia.
Comienza con una mantequilla de hierbas rústicas y pan de masa madre maison. Y, tras una vichyssoisse de puerro y calabacín al curry de cortesía, llegan las vieiras asadas con un leve toque de curry. Textura conseguida. Lo siguiente es una ensalada de rúcula con queso de cabra de rulo y peras al vino sin ninguna gracia ni relato. El tartare de patudo con aguacate, coronado con un huevo frito (que aparece con la yema encurtida en soja pero reventada) y acompañado de chips de batata es correcto. Otro tartare: de wagyu nacional con papadum, potente, aunque falto de picante (una de las comensales ha pedido prudencia).

Llega ahora, a mi juicio, lo mejor: el rejo de pulpo frito parcialmente en panko, con papas antiguas al limón y alioli cítrico. Morbidez, sabor, finura. Más rudo en la presentación, aunque goloso, es el huevo a baja con jamón ibérico, setas locales y espuma de papa, todo un clásico. El último envite es el arroz de rabo de toro (la mujer del cocinero es cordobesa), un meloso que, sin embargo, aparece en la mesa algo pasado, una lástima porque el sabor es justo y equilibrado. Rematamos con un contundente ataque dulce (demasiado, por supuesto): el hojaldre con dulce de leche, gianduja y chantilly de vainilla, ya te imaginarás.
Y esto es todo, amigos.

Dabeke
Candelaria, 9

La Orotava. Tenerife. Islas Canarias
Tel. 922 33 27 26
Cierra domingo y lunes
Precio medio: 35 €  

Ancor Sánchez alardea de ser un estajanovista de la restauración. Y sí, pero con un matiz que lo estelariza: tiene talento. Su cocina, siempre producto local de culto y la tradición como base, brilla luminosa al sol y el azul gomeros, sabrosa, afinada, contemporánea. Y con “muñeca” privilegiada. Entremos en La Salamandra

Música recomendada: Nothing else matters (Metallica)

Grancanario pero apalancado en La Gomera desde hace años, Ancor se recorrió diversos hoteles y restaurantes (uno de ellos, como jefe de grill, con Fabián Mora, el otro must de la isla) tras sus estudios de Hostelería hasta abrir su primer local, el seminal Gastrobar La Salamandra. Allí, con una cocina más “miniatura”, marcó territorio, pero los viejos clientes del grill, donde tocaba gran producto, lo fueron empujando hacia una culinaria más generosa. Y así fue cambiando La Salamandra hasta que, hace pocos meses, ha bajado unos pocos metros, desde la calle Real, hasta la mismísima plaza de la capital.

El cambio le ha servido para adecuar espacio e instalaciones y armonizar “stajanovismo y talento”. Es decir, menos clientes, carta más corta, muchas sugerencias frescas del día –“mi fin es trabajar en carta sólo mis clásicos, y todo el resto del mercado, sin tocar cámara”, explica- y conjugar trabajo y vida, aunque sólo hace falta hablar con él cinco minutos para ver que una cosa, en su caso, es la otra.

David, sala, peto y berenjena. La Salamandra. San SEbastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
David, sala, peto y berenjena. La Salamandra. San SEbastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

El restaurante, que incorpora lateralmente una heladería artesana (exasperantes sabores), es pequeño (cinco mesas) pero cuenta, en la “sala de máquinas”, con todo. “Nada que ver con cuando empecé-recuerda-, que tenía la pacojet encima de la barra y la josper debajo”. No, ahora, el confort está garantizado. Y también las esencias gomeras, la identidad gastronómica.

Es por ello que la primera salida es el carpaccio de peto (el del Smokehouse La Gomera ya explicado en esta sala) sobre tomate picoso, de textura refinada, poca grasa y con la acidez del tomate levantando las alegrías. Es entonces cuando el hermano de Ancor, David, propone un vino gomero, elaborado con la peculiar forastera, el Montoro (frutas blancas, toques tropicales). Y cuando llega también uno de los hits, el milhojas de berenjena con savia de palma, en tempura y con brandada de bacalao. Fino crujiente, equilibrios ensoñadores, clase. En cuanto al tartare de rabil gomero con mahonesa de kimchi, adolece de más picante, de más rock and roll.

Rabil, pappardelle, cabrito y costillas. La Salamandra. San SEbastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Rabil, pappardelle, cabrito y costillas. La Salamandra. San SEbastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Inesperada sorpresa es la que ofrecen ahora los pappardelle al pesto, y no sólo por la perfecta ejecución, sino por el añadido de otra grandeza gomera: los berros. La promiscuidad de aromas y matices… El cabrito que sigue es local, medio asilvestrado, criado en total libertad en las montañas. Fascinantes equilibrios, amorosas texturas, refinamiento. Por fin, las costillas de cerdo ibérico confitadas, con teriyaki de palma, frutos secos y base de puré de papas. Jugosas, toque josper, suaves.
Grande La Gomera.

Helados. La Salamandra. San SEbastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias.
Helados. La Salamandra. San SEbastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias.

Los helados, obligados
Elaborados con frutas locales. El de pistacho (obviamente no gomero) es de los mejores que he comido en mi vida. Puro pistacho, puro.
Espectacular por su cromatismo el de mango, maracuyá y guayaba, sensaciones en fresco torbellino. Y logradísimo el de mousse de chocolate, erotismo envolvente.
Helados en la cumbre. 

La Salamandra
Plaza de La Constitución, 14

San Sebastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias
Tel. 626 22 33 01
Cierra domingo y lunes mediodía
Precio medio: 30 €

El londinense Jason Pipe llegó a La Gomera con 16 años y, tras media vida dedicada a la pesca (incruenta) de altura con clientes de medio mundo en esas aguas privilegiadas de grandes atunes y afilados marlins, se ha propuesto convertir el “peto” (curioso pez parecido a la caballa) en símbolo marino de la isla. Su “Smokehouse La Gomera” es el principio…

Música recomendada: Mingulay boat song (Richard Thompson)

¿Peto? Sí, un pez del grupo de los escómbridos (y, por tanto, “primo” de los atunes), muy desconocido pero con un más que interesante valor gastronómico. Y con una pesca tradicional ejemplar en su sostenibilidad. Cierto; se pesca con el ancestral método de la vara (especie de arpón con anzuelos), arrastrando un peto de madera y esperando a que el pez se acerque a curiosear para lancearlo y subirlo al barco a mano. Hay que tener en cuenta que este pez (en inglés, wahoo) es uno de los más veloces del océano (80 km/h). Poca broma…

El peto y su pesca artesanal.
El peto y su pesca artesanal.

Ya vamos llegando a San Sebastián, capital de La Gomera, tras rockear las infinitas curvas que toma el camino desde el recoleto y delicioso aeropuerto de la isa, los sensuales verdes y el Teide asombrosamente suspendido sobre las nubes más allá del mar… La arbolada plaza de La Constitución es el lugar para encontrarse con Jason, cuya Smokehouse se encuentra a pocos metros. Sopla el viento, pero el día brinda brillante con el sol gomero.

Plaza de La Constitución. La Gomera. Islas Canarias. Foto: Xavier Agulló.
Plaza de La Constitución. La Gomera. Islas Canarias. Foto: Xavier Agulló.

Charlamos con Jason y soñamos océano. Llegado desde Londres con sus padres a los 16 años, creó una empresa de charters de pesca de altura y, poco a poco, fue consiguiendo clientes especializados de todo el planeta. “Una pesca deportiva a lo grande, atunes rojos y marlins, pero siempre para soltarlos”, aclara. Aunque sigue patroneando un barco para clientela top, su vida cambió cuando conoció a su actual socio, Juanjo Farray. Es verdad que Jason, desde siempre, gustaba de ahumar pescado (y carne) en su casa, con artilugios domésticos modificados, pero fueron las pláticas con su colega las que lo decidieron, por fin, a ver el ahumado como una posibilidad empresarial. Y el peto, a quien nadie hacía caso, como su bandera. A Jason le fascinaba su ligereza organoléptica, su remota pesquería y, desde luego, poder trabajar con un Km 0 estricto y continuado, porque el peto se puede pescar sin trabas. Decidido.

Peto y bacon ahumados. Smokehouse La Gomera. La Gomera. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Peto y bacon ahumados. Smokehouse La Gomera. La Gomera. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

“Canariedad”, dice, como filosofía. Y sí: primero la salmuera, con sal de Janubio (Lanzarote); segundo, la parte dulce aplicando savia de palma de La Gomera; y tercero, un ahumado ligero, respetuoso, conseguido con “galletas” de serrín de brezo o haya conglomeradas con almidón de papa. En estas estaba a principios del año pasado cuando llegó la pandemia. El tiempo se alargó… Tenía que hacer algo para financiarse rápidamente, ya que el peto lo vende sólo para la restauración (lo tienen afamados establecimientos como El Silbo Gomero, Bésame Mucho Lilium, La Salamandra…). Y fue el bacon. Eso sí podía tener tirón en los lineales. Mismo sistema, pero con cochino blanco canario de Tenerife. Y de aquí a uno de sus últimos hits: el pastrami. Utiliza la pieza llamada peceto (cuarto trasero de la res), salmuera con savia de palma gomera y especias durante ocho días, rebozado posterior con especias, ahumado y, por fin, con una nevera de playa tuneada con una resistencia casera y un motorcito de acuario, 48 horas de baño maría a 65ºC.

Actualmente, Jason, además, ha lanzado en formato tarro el peto ahumado (y natural) en aceite y ya está trabajando en una versión envasada con pimienta palmera.
Y tras vencer la EA (“Estupidez Artificial”) de los algoritmos de Facebook, que entendían “Smokehouse” como fumadero de cannabis y los lomos de peto como placas de hachís, la Smokehouse de La Gomera acomete con fuerza el lanzamiento del peto ahumado como una de las (muchas) delikatessen canarias.
Toda la suerte.

Smokehouse La Gomera
Virgen de Guadalupe, 11

San Sebastián de La Gomera. La Gomera. Islas Canarias
Tel. 629 022 271
smokehouselagomera.com
info@smokehoselagomera.com

Llevaba ya unas semanas intentando pillar mesa en el Etéreo, el restaurante de Pedro Nel en Santa Cruz de Tenerife-algo no fácil, por cierto-, espoleado por los ditirambos que, sobre su clase culinaria, me había cantado el colega Francisco Belín. Por fin, hace un par de días, lo conseguí. Y la espera estaba justificada…

Música recomendada: Ohne dich (Rammstein)

Pedro Nel es colombiano, aunque sus 30 años en las Islas (primero en Gran Canaria, luego en Tenerife) ya han configurado su estilo como uno de los más brillantes ejemplos de la Nueva Cocina Canaria, en su caso como un compromiso goloso y confortable entre los grandes productos (locales y también nacionales) y un lejano regusto latinoamericano. Y esa clase que no mentía Belín. Sí, Nel es un chef aplomado, seguro, serio en la técnica, feliz esclavo del sabor, honesto en sus elaboraciones, chispeante y travieso en los acabados. En otras palabras, una culinaria imposible de declinar para cualquier persona con sensibilidad gastronómica… y adicta de los gozos mundanos. Porque el deleite es lo que está, por debajo, por encima y en medio, de cada una de las composiciones de Pedro. La delectación es el ingrediente estrella en Etéreo. La cocina de Nel es, en fin, un coloreado mapa de goces.

Etéreo by Pedro Nel. Santa Cruz. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Etéreo by Pedro Nel. Santa Cruz. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Con una puesta en escena de gusto burgués moderno, de una cierta opulencia, pero con limpieza, el restaurante recibe con una gran cámara llena de prometedoras carnes (sus maduraciones no van más allá de los 60-90 días), lo que indica que la parrilla tiene lugar preferente en la cocina, vista, por cierto. Sí, aquí las carnes (fundamentalmente de Egatesa) tienen vara alta. Pero esto no evita una carta llena de alegrías menos poderosas, aunque siempre exquisitamente trabajadas. Y deliciosamente presentadas en sala por la suave (pero muy puesta) jefa, la moldava Olga Esanu, criada y lanzada profesionalmente en Santander hasta descubrir que, en Santa Cruz y en pleno invierno, podía ir con “cholas” (chancletas). La unión entre cocina y sala es, pues, virtuosa.

Ubicados ya en el escenario y abierta la bolsa de papel que contiene cubiertos y servilleta (y que es idónea para guardar la mascarilla), llega el aperitivo, unos wonton fritos para untar en el fino babaganoush, del que soy fan impenitente. El primer mandamiento es el ceviche, algo inevitable en un colombiano, canónico, con corvina y todo el resto, y del que hay que decir que es “verdadero” y afortunadamente picoso, gracias. Pedro es refinado, pero no huye de la “realidad” organoléptica. Acordamos con Olga un pequeño homenaje con el Benje 2018 del gran Roberto Santana. Una gran (aunque bien sabida) elección, a fe.

Etéreo by Pedro Nel. Olga Esanu. Santa Cruz. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Etéreo by Pedro Nel. Olga Esanu. Santa Cruz. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Bien calzados, entonces. Y las cantarelas salteadas con huevo poché (aquí se pasó la cocción) y enamoradora salsa de pan con tomate, una receta de alto morbo a pesar del huevo. Volvemos a lo de los goces… Ahora el que se anuncia como uno de los greatest hits de la casa: empanadilla de carne, con su huevo, sus aceitunas y un crujiente de la masa intachable. Para darle más rollo, sriracha en tubo, maison, de picante auténtico. Nel podría vivir sólo de esta empanada… “De hecho, voy a abrir en breve una empanadillería aquí, en Santa Cruz”, ríe Pedro. Ya soy fan.

El cherne con batata es otro momento cumbre. Por cocción, por textura y por combinatoria. Sencillo, pero exaltando el pescado comme il faut. Placer directo. No vamos a entrar en el mundo profundo de las carnes, otro día, pero no queremos evitar el solomillo de añojo, sutil, que Nel viste con una exasperante crema de queso majorero y ratatouille y acompaña de unas señoriales papas fritas que rozan la cumbre.

No hay piedad para el carro de quesos: brie, camembert, pecorino trufado… Ni para el casi soufflé de queso con frutos rojos y negros, erotismo final. O no, porque luego fue el turno de Agustí, su AT Roca rosado y la plática.
Gozando, tío.

Etéreo by Pedro Nel
San Antonio, 63. Santa Cruz. Tenerife. Islas Canarias

Tel. 922 19 41 95
Cierra domingo noche
Precio medio: 40 €

 

Puerto del Carmen es la «gurilandia» de Lanzarote; pero entre el adocenado fragor nos descubre Elena Barrios el brillo inopinado de La Cascada del Puerto, carnes de lustre y la asesoría del chef Germán Blanco, «la mano que mece la cuna». Nota: el restaurante está temporalmente cerrado.

Música recomendada: Summer deep (T. Rex)

Pasear por Puerto del Carmen es como discurrir por cualquier zona turística de nuestro país… Pero entre la marabunta de manteles a cuadros, cafeterías de cartas interminables y pubs bulliciosos sobresale La cascada del Puerto, asesorado por el cocinero Germán Blanco (Mejor Cocinero de Canarias 2015). Su propietario, Cristóbal Sánchez, un empresario local que compró hace 20 años el establecimiento, fue ampliándolo hasta convertirlo en “la niña de sus ojos”.

Un display de carnes de primera llaman la atención en la entrada; una nube de camareros baila con diligencia por salas, salones y la zona de tasca atendiendo a extranjeros, pero también a numerosos locales. De entrada, pulpo en mojo verde, con crujiente de batata y deliciosa papa negra cultivada en la isla; impecables las croquetas de gamba y carpaccio de manzana mecido por la finura láctica del multipremiado queso curado Finca de Uga. Germán se marca ahora una tortilla de bacalao con huevos camperos que ruboriza ya por su color… jugosa.

La cascada del Puerto. Puerto del Carmen. Lanzarote. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
La cascada del Puerto. Puerto del Carmen. Lanzarote. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Entramos en materia con uno de los productazos (bastante desconocido) de la isla: la merluza de La Graciosa; ligero paso por las brasas: un taco de brillantes láminas interiores y, casi sin consuelo, acompañada por una crema de calabaza. Cristóbal provee de cochino negro, corderos y verduras de la finca familiar. Llega pues el cerdo local, cochino negro, de mayor infiltración que el duroc, lo que le confiere un recuerdo al ibérico: chuleta entreverada de melosas y finas líneas de sabor. Un poco de helado y fresas frescas…
Los extranjeros se marchan, hora para los lugareños. Trasiego sin fín… Cristóbal y Germán despiden en la puerta de la inmensa cocina, dotada de la última tecnología, el ritmo es frenético… La cascada del Puerto, nos devuelve la fe en el mundo hostelero que atiende a los más de 15 millones de turistas que llegan cada año a Canarias. Por lo visto, sí se puede…

La cascada del Puerto
Calle Roque Nublo, 5. Puerto del Carmen, Lanzarote. Islas Canarias
Tel:
Cierra: No cierra
Precio medio: 30 euros

La Bola, del chef Jorge Bosch, es el restaurante que hoy desfila en artículo de 2018 de Elena Barrios. Cocina traviesa entre la tradición y lo lúdico con generosas vistas al mar y lounge coctelero al fresco.

Música recomendada: Dr. Feelgood (Aretha Franklin)

Jorge Bosch abrió La Bola hace 5 años con un concepto hasta hoy invariable: darle una vuelta al recetario tradicional, con técnica y buceo en la antropología isleña. Asegura que su “kilómetro cero” va desde Punta de Orchilla (El Hierro) hasta Órzola (Lanzarote). Hoy, en su nuevo local, mezcla de rústico y vintage, y unas vistas privilegiadas sobre el Valle de La Orotava y El Teide, un equipo consolidado ahonda en esta idea.
En sala, al pie del cañón siempre, su mujer, la argentina Paula Mastropierro, luciendo barriguita, esperan su primera hija. Juntos han pasado por las distintas etapas de Bosch, desde sus varios años en el Hotel Villa Cortés, su triunfo en el Campeonato de España “GourmeTapa Estrella Galicia” en Gourmets 2014…

La Bola. La Matanza. tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
La Bola. La Matanza. tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Este joven, pero ya veterano chef, recibe en su nueva e inmensa cocina y habla tranquilo del futuro: investigar y buscar productores que estén en su onda. Siempre con el acento en el producto, arranca con un refrescante tomate ecológico del mercadillo de la zona, infusionado de albahaca, junto a un salmorejo, en probeta, acompañado de mini burrata -¡pizza líquida!- y la algo aburrida crema de berros con mini piñas de millo. Versionando los churros de pescado de San Andrés, elevando este aperitivo a su máxima expresión: jugosidad del pescado y una impecable fritura.

Sigue el finger food con el pulpo frito con alioli de su tinta y pimentón de La Vera. Entra en materia con picoso tartare de atún patudo con ali oli de mango. ¿Más pan, Jorge? Viene el encebollado de bacalao (confitado) con papa ojo de perdiz: un too much, y sigue la caña con la papa rellena, una suerte de ‘bomba de la Barceloneta’ pero rellena de carrillera… Y poca broma, que el festejo continúa con la carrillera que se divierte con yema líquida rebozada.
El sol empieza su juego de brillos tras las nubes sobre el valle… Bosch, puro canary rock and roll man.

La Bola
Calle del Sol, 7. La Matanza de Acentejo. Tenerife. Islas Canarias
Tel. 922 57 75 33
Cierra: Domingo noche, lunes y martes
Precio medio carta: 30 euros

Me lo dijo el colega «Ping pong» que se lo había dicho el amigo Toño Armas (El gusto por el vino) que en el remoto macizo de Teno había algo bueno. No perdamos el tiempo: Tasca Baracán en El Palmar, Buenavista, entre las cumbres del Norte de Tenrife…

Música recomendada: Call me the breeze (JJ Cale)

Aunque llegar cuesta más de lo que parece. Son una infinidad de capciosas curvas («paellas») las que toma, camino a Masca, aparcar en El Palmar, cunetas repletas de los clientes de «los pollos» (lugar de fama para comer o pillar el ave asada), de moteros y de fans de la tasca, que se ve obligada a dar turnos para poder acoger a los fervorosos del lugar. Una vez en posición, sin embargo, todo ha valido la pena: tío, estas cumbres, este verde acolchado tan sensual justo en frente. La casa lleva 30 años dando cuartel, momento ahora de los hijos que recogen, mantienen y elevan el nivel de los padres. La tradición requiere de cariño y movimiento. Y esto es lo que hay: platos canarios sin contemplaciones pero con producto, cocciones y acabados que nos gustan a los que vamos, ejem, entrenados.

Nos ha tocado el turno de la una del mediodía. Vemos con envidia a los comensales que se apalancan en las poquísimas mesas del porche, a la sombra del sol, y pasamos adentro. Servicio joven y las promesas de «Ping pong» por desvelar -«nos pusimos hasta las trancas, con vinos, licores (whisky), cafés y todo por 24 euros barba»- en la mente.

Tasca Baracán. Buenavista. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
Tasca Baracán. Buenavista. Tenerife. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

El comedor es impío: mesas más altas de lo que dan las rectas y martirizantes sillas (y mido 1.86), sonidos en reverberación atroz; pero nada qiue impida seguir la senda que prometía Toño. Hay «fueras de carta» que ya delatan algo más de lo que se deja ver: setas de cultivo ecológico, «tequeños» venezolanos, secreto 100% ibérico… Hay gestualidad gastronómica. Y la primera (y palmaria) muestra de ello es el surtido de quesos. Poca coña: tres piezas de altísimo nivel de Alexander (Natur Teno), el quesero de culto de Teno, todo un figura al que el año pasado un distribuidor peninsular le compró toda la producción. Empezamos arriba, hermanos (en Canarias el queso se toma siempre antes de comenzar la comida). Cabra a saco: corteza enmohecida de dos meses, lácticos juguetones; semi curado ahumado, más standard; y curado al puto aire ocho meses, profundo y polinómico. ¡Caray!

Una cuarta de vino de la zona será el anclaje. Zumo de uva, frutas sin disimulo pero nada de agresividad. La selección. Escaldón (gofio, en este caso de millo y trigo, mezclado con caldo) de bacalao, con topping de pollo y, como mandan los cánones, con cebolla roja y mojos. El punto Baracán: la extrema sedosidad de la mezcla. Las croquetas especiales (las van variando) son hoy de champiñones y queso de cabra y de cabrales y cebolla caramelizada. Sin  ser nada muy destacable, su textura es amorosa y su frito crujiente.

El apartado de carnes es, como se imaginará, la parte del león. A pesar de la tentación de la carne frita (y de que hoy no hay el selecto cabrito de Alexander), la elección recae en la carne de cabra, un estofado que muestra el refinamiento del cambio de generación por cocción respetuosa, puntito picoso y unas papas fritas «comme il faut».
Y nada más, que no es poco. O sí: un pase por la pastelería El Aderno, la original, en Buenavista, para hacer de la tarde de Netflix erotismo moroso de sofá.

Tasca Baracán
Carretera El Palmar, 131
Buenavista. Tenerife. Islas Canarias
Tel. 922 12 79 69
Cierra lunes noche, martes y miércoles
Precio medio: 18 euros

 

Nos movemos hoy, con Elena Barrios, a Gran Canaria y a su Sur, Mogán, para degustar la estrella Michelin de La Aquarela, toda una kermesse de delicadezas culinarias y armonías vínicas en una atmósfera secante con la felicidad…

Música recomendada: Great rain (Shemekia Copeland & John Prine)

El restaurante La Aquarela está en los bajos de los apartamentos Aquamar, en Mogán, descolgado frente al océano. Un espacio elegante de amplio salón y terraza abierta al jardín y a las bondades del clima del sur de la isla de Gran Canaria. La Aquarela es ya un clásico. Un clásico que lleva más de 30 años haciendo fieles, y donde aterrizó el chef Germán Ortega -The Letonnie (Inglaterra), Hacienda Benazuza (Sevilla)- en el año 2002 imprimiendo sus mañas, con el apoyo del propietario Gregorio Fernández, un avezado hostelero, amante de la buena mesa. En la sala recibe el serbio Nikola Ivicic, que declara de entrada su admiración por el gran Juli Soler

Esto comienza muy bien. Y es que Ivicic, premio Mejor Jefe de Sala de Canarias, demuestra maestría clásica y buen criterio en el servicio de las más de 300 referencias que maneja. Raventós rosé para los snaks y los pescados; prosigue la fiesta atlántica con un gran descubrimiento: Quince, un poderoso blanco de uvas albillo, moscatel y malvasía de Gran Canaria. Pero Nikola no se detiene… nos hace ascender al cielo de la isla, a 1175 metros, con el tinto Agala, de Bodega Bentayga, animado por las uvas prefilóxéricas vijariego negro y baboso, con un toque de tintilla; y para terminar, una creación del enólogo palmero de Bodegas Teneguía, Carlos Lozano, una salina malvasía aromática de 2013.

La Aquarela. Mogán. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.
La Aquarela. Mogán. Gran Canaria. Islas Canarias. Fotos: Xavier Agulló.

Y Germán Ortega, Mejor Cocinero de Canarias 2018, dispuesto a dar a conocer el producto local de calidad, arranca el menú con el guacamole, preparado en gueridón. Y después de dipear con el cremoso, bailan los snacks de crema de calamares; el airbag de crema de leche de cabra, tocado de resuelto tartare de carne de cabra; el algo desabrido cono de toro y la apetitosa croqueta de pescado de playa, con mojo verde. Pura diversión el jurel marinado, rabanito y caramelo de sus espinas. El jardín es puro silencio de mesas repletas de extranjeros. Jovialidad en el picoso canary-taco, impecable, que viene relleno de pulpo de Arinaga, mojo de tomate seco, códium y salicornia. Resulta algo difícil la almeja imbuida por los aromas frutales del aliño a base de limón, mango y parchita.

Y Ortega entra en las carnes con un gustoso roll de wagyu, chimichurri y trigueros, topeado de un queso, que con desacierto presentan en sala como ‘el parmesano de Gran Canaria’. Se trata de un brutal queso de mezcla madurado en una cueva de Pajonales, tierra húmeda, expansión láctica… Nada que comparar, nada que envidiar. Único. No podían faltar los famosos camarones soldado de la isla, brillando en la esencia de sus cabezas. Una lástima del cherne a baja, seco, acompañado de una delicada y picante crema a base de berros y sus espinas. Mismo defecto que el cochinillo, aunque de crujiente perfecto. Y arropado por un arroz meloso, servido al momento. Hace de prepostre el preciadísimo queso flor en esferificación (siempre apetece más) con melocotón, vainilla y menta. Y gran finale de chocolate con millo tostado y caramelo.

Aguacates de Mogán. Mogán. Gran Canaria. Islas Canarias.
Aguacates de Mogán. Mogán. Gran Canaria. Islas Canarias.

Producto atlántico
Germán Ortega sabe, y en esto cuenta con el apoyo del propietario Gregorio Fernández, que uno de sus grandes valores estando en Mogán, en el Sur de Gran Canaria, tierra de valles fértiles, con el aprovechamiento de los productos locales. El aguacate de Mogán es archinocido por sus cualidades organolépticas, no en balde el municipio le dedica cada año una feria popular.
De sabor más intenso, el aguacate de la zona tiene matices de frutos secos (nueces, almendras) y una textura cremosa, irresistible, gracias a una elevada proporción de materia grasa. Con estos aguacates, Germán da la bienvenida a su casa preparando en la sala, en un precioso mortero, un guacamole sólo tocado con una pizca de limón, cilantro y cebolla de guayonje (roja) también de la zona.

La Aquarela
Barranco de La Verga, s/n. Apartamentos Aquamarina. Mogán. Gran Canaria (Islas Canarias)
Cierra: lunes, martes y miércoles
Precio medio: 70 euros

Tiempo hoy para Gran Canaria siguiendo la derrota por la Nueva Cocina Canaria vista por Elena Barrios. Tiempo para Davidoff Lugo y su propuesta cosmopolita para el lujurioso Khun Gran Bahía, dentro del espléndido complejo Anfi del Mar, en Mogán.

Música recomendada: Sunny afternoon (The Kinks)

Davidoff Lugo, chef ejecutivo de los restaurantes de Maroa Club de Mar – ubicado sobre una isla artificial de 3.000 m² en forma de corazón- y Khun Gran Bahía, es hoy uno de los nombres de referencia en la emergente gastronomía de Gran Canaria, con un estilo ecléctico y tendente a los sabores orientales, vindicando el producto local y las técnicas modernas para sorprender a un público internacional, dentro del complejo de lujo Anfi del Mar, en Mogán, al sur de la isla.

Khun Gran Bahía. Anfi del Mar. MOgán. Gran Canaria. Islas Canarias. Foto: Xavier Agulló.
Khun Gran Bahía. Anfi del Mar. MOgán. Gran Canaria. Islas Canarias. Foto: Xavier Agulló.

Tras el paseo por la espectacular terraza de Maroa, la mayor de Canarias, junto al amarre privado, y dejando a un lado la inmensa piscina, la deliciosa terraza de Khun invita al relax en la escarlata tarde atlántica. El hombre de Davidoff en la luna de cortes de pescado, entre el salón y la terraza, un peruano hablador y divertido, ofrece para empezar el ceviche de lubina fresca y bocinegro, bien cargado de rocoto y ají… Buf, picoso y de perfecta maceración. Y aparece Davidoff, que -dice- llegó a la cocina gracias a una niñera sueca, amante de la lasaña, que lo cuidó durante una larga convalecencia en la adolescencia-. A continuación unas perfectas miniverduras a baja (calabaza, berenjena, zanahoria…) y caviar de soja, sobre el algo soso caldo dashi de lemongrass.

Khun Gran Bahía. Anfi del Mar. MOgán. Gran Canaria. Islas Canarias. Foto: Xavier Agulló.
Khun Gran Bahía. Anfi del Mar. MOgán. Gran Canaria. Islas Canarias. Foto: Xavier Agulló.

Son las 21.30 horas, los extranjeros empiezan a abandonar las mesas, y Lugo sigue dando calor al menú con los sabrosos fideos de arroz en curry con papaya y langostinos. Impecable el delicado suimono de vieira, brotes de soja y huevo de codorniz. Pura caña la melosa panceta ahumada con salsa tonkatsu y yuzu, tocada con su crujiente.
La terraza, rodeada de palmeras, plenamente iluminada, invita a la sobremesa indolente… dirigida por el suave rumor del mar. Pero antes de este abandono, Davidoff se despacha una preciosista crème brulée con lima kéfir y chocolate blanco que ya no admite excusas.

Khun Gran Bahía
Anfi del Mar. Hotel Gran Anfi. Mogán. Gran Canaria
Tel: 928 152 787
Cierra todos los mediodías (abierto cada día, a partir 18 h)
Precio medio carta: 35 euros